Silvana Mandrile
Entre la que debo y quiero ser
apenas soy la que puedo…
Una cascada de risas por fuera,
una procesión de lágrimas adentro.
De la historia, un trazo
sin demasiado esmero…
Algunas pocas quimeras,
un puñado de recuerdos.
De ideas contradictorias
y de palabras escuetas,
no por pobre el lenguaje
sino por cauta la lengua.
Nacida allá en la campiña,
de una clase media alta
venida a menos después
por jugarretas del tiempo
y trastadas del gobierno.
Educadora incansable,
responsable por demás…
Perfeccionismo, el defecto;
virtud, la generosidad…
Un complejo, estas ojeras
que me opacan la mirada
consumiendo maquillaje
y espejos para taparlas.
Hasta que aprendo a reflejarme
en el rostro de la gente,
sintiéndome igual a todos
y a la vez tan diferente.
Abrumada por los roles
que la existencia depara…
Ser una hija ejemplar,
una madre abnegada
mas una esposa amante
y una colega leal
cuando el disfrute real
es la entrañable amistad.
Los extremos me sofocan,
buceo el camino del medio
aunque la vida se empeña
tirarme contra las cuerdas
para enseñarme que es sangre
lo que corre por mis venas…
Emociones que anhelan salir
y la razón no las deja.
La fe que viene y que va
pero que nunca se queda.
Aborrezco la rutina
y me planto en su vereda…
Arremeto con los cambios
y el viento conservador
castiga duro mis alas
que a medio desplegar
no vuelan casi nada.
Si escribo es porque me mata
esta vida pasajera,
tanto tiempo puesta en ella
y sigo sin entenderla.
La muerte no me amedrenta…
El olvido sí que cercena
con su memoria extraviada,
con su voz sin palabras
con ese miedo al desquicio…
A la oscuridad del alma.
Soy la de tantas preguntas
sin ninguna respuesta.
Soy la que sigue en pie
después de todas las guerras.
Soy la que busca un destino
más allá de este camino.
Eternidad… Trascendencia
es sólo lo que ambiciono.
Escribo para escribirme,
para contarme verdades,
para que alguien me lea
cuando sea nadie.
Necesito de los libros
como del aire y del agua
más que del pan y del vino.
Entre la que debo y quiero ser
apenas soy la que puedo
alimentando el espíritu
con las savia de mis versos.
Es muy conmovedor, muy descriptivo, se siente como propia la vivencia de vos misma. Sos una gran mujer!
ResponderEliminarSÍ ES LA QUE PUEDO SER, ES CÓMO ME VEO Y ME SIENTO A MÍ MISMA. DEMASIADO REAL. A VECES ME GUSTARÍA ESCRIBIR MÁS DESDE LA FANTASÍA O LA FICCIÓN, PERO ME SALE LA REALIDAD CRUDA. GRACIAS NATALIA POR TU APRECIACIÓN. SILVANA.
EliminarHermoso! Transmite una gran fuerza, convicción y enterza! Gracias! Eliana
ResponderEliminarMUCAS GRACIAS POR TU OPINIÓN ELIANA! UN ABRAZO!
EliminarSILVANA
Encantada de conocerte!Me conmoví con muchas imágenes, gracias.
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ResponderEliminarEscribo para escribirme,
para contarme verdades,
para que alguien me lea
cuando sea nadie...
Sobra mi comentario, me ha encantado.
Abrazo sin fin
SIL