De Verónica Nicotra
Recordando días felices, los colores fueron perdiendo su brillo, haciendo difícil el camino que transitaba buscando tu sonrisa y la luz de tus ojos para crear, construir las huellas hacia el cierre de aquellas heridas que tu ausencia marcaron mis días de soledad, repletos de vacío.
Recordando días felices, encuentro en mi interior todos aquellos tiernos momentos que son los que sensaciones en mí producen, con el deseo de cubrirlos para que nunca se borren.
Transitando todos los caminos de aquellos, nuestros momentos, se me escapan los detalles de cada situación que pasamos, encontrándose con nuevas y contrarias emociones que son los que no deseo cargar por que la rutina diaria es difícil de llevar.
Pasan los instantes diarios y de a poco me doy cuenta que mi corazón late desgarrado, como queriendo olvidar todo dolor y buscar nuevas luces que guíen mi senderos mucho más calmos, serenos colmados de aprendizajes.
Hoy recuerdo aquellos días felices y con nostalgia me pregunto por que ¿??
No hay porqués.
ResponderEliminarComo tampoco hay olvido.
Sin embargo, uno se lo pregunta todo el tiempo y se pasa la vida intentando olvidar.
Me ha encantado el escrito, me pinta de cuerpo y alma.
Besos a la autora.
SIL