Ser un mal vecino no es tarea fácil, he aquí un escueto instructivo de cómo lograrlo
Al mudarse a su nuevo hogar no se presente ni salude a nadie del barrio.
2- Al bajar los muebles de la mudanza, si alguien lo está mirando, emita un disimulado gruñido. “Grrrrr” estaría bien.
3- Saque su basura en horarios alejados de la recolección, con las bolsas (de ser posible) algo rotas. De esta manera un hueso de pollo o costeleta asomará por la bolsa atrayendo a todos los perros del barrio que terminarán de romperla.
4- No junte la basura que quedó desparramada en la vereda, trate de arrojar nuevos desechos sobre los antiguos. Son útiles para este fin: etiquetas de cigarrillo vacías, colillas de cigarrillos y chicles previamente masticados.
5- Sea ruidoso: corra muebles, hable gritando y ponga música a un volumen suficientemente alto para que vibren los vidrios con los sonidos graves.
6- Invite gente “indeseable” a su casa y compre unas gaseosas o cervezas para consumir en la vereda. De esta manera cumple con varios de los puntos anteriores al mismo tiempo: gritan, ponen música fuerte y tiran basura en la vía pública.
7- Discuta con su pareja a los gritos diariamente. Deje las ventanas abiertas para que los vecinos escuchen o discuta directamente en la vereda. Si tiene posibilidades de elegir un horario es más efectivo en las primeras horas de la mañana así su vecino tiene acidez desde el desayuno; caso contrario, discuta en las últimas horas del día (cerca de la medianoche) para que su vecino padezca de insomnio.
8- Posea dos gatos (cantidad mínima) y desentiéndase de ellos. Los gatos son muy útiles si no están atendidos, ya que:
· Maullarán al sentir hambre.
· Maullarán por la lluvia o el frío.
· Maullarán al estar en celo.
· Harán sus necesidades en el patio de los vecinos, llenándolo de un olor hediondo.
· Si los ignora durante mucho tiempo, los gatos entrarán a la casa de su vecino trayéndole grandes inconvenientes.
· No los esterilice, así se reproducirán y mayor cantidad de vecinos podrán importunar a su vecino.
9- Por último, pero no menos importante, siempre que tenga oportunidad estacione su auto obstruyendo la cochera de los demás. Si le tocan el timbre y le piden que retire su auto: córralo. Nunca, pero nunca, pida disculpas.