Para participar enviá un mail a palabrasenronda@gmail.com Todas las imágenes están extraídas de la red INTERNET

viernes, 13 de junio de 2014

Campeones

 



Graciela Fachal


¿Veintiuno es hoy? O le escuché mal al relator ¡Ah… por eso nos hicieron cantar el himno ayer. Me chuparon el martes seis… Entonces… Gooooooool! Gooooool de Argentinaaa..! Gooooool..! Entonces el domingo fue el Día del Padre. ¿Cómo estará el viejo? ¿Cómo estarán los chicos? No entenderán nada. ¿Qué les habrá dicho la flaca? Su panza estará más grande ya… ¿Por qué nos pusieron a ver este partido? ¿Con qué criterio eligieron a los que podemos verlo? Es la primera vez que me bajo el tabique… pero sólo para ver la tele; ningún mirar para los costados o para atrás; si no, ligo… Goooooool..! Goooool de Argentinaaa..! ¡Go-la-zoooo..! Están todos atrás. Me parece que esa es la voz del Turco; lo escuché cuando lo llevaron a Rafa al quirófano: así que vos sos el Rata, a ver si hoy cantás todo lo que sabés, pendejo, si no vas a saber quién es el Turco… El 10 es Kempes… el 14, Luque… Uy, me parece que ese del pulover negro es Hernán. ¿Estará Elsa también? ¡Qué linda estaba la Iso Milano que les compramos! Pero hicimos bien en cambiarla por el Isetta; con un pibe ya y la flaca embarazada necesitábam… Gol... Gol... Gooooooool..! Gooooool de Argentinaaa..! Goooool..! ¡Vamos muchaaachooos..! Ese es Chumpitaz, el capitán de Perú. Ja, el Flaco Menotti; la puta que lo parió! Cómo me fumaría un Parisien… ¿Pablo estará acá mirando el partido? Me parece que lo hicieron mierda. ¿Quién más habrá caído? ¿Alguna de las chicas? Por lo que veo revoleando los ojos, no trajeron mujeres a ver este… ¡Gooooooool..! Gooooool de Argentinaaa..! Gooooool..! Vaaamos Argentinaaa..! ¡Vaaamos muchaaachos que llegamos a la finaaal..! ¿Los chicos y la flaca estarán mirando este partido? ¿Quiénes lo estarán viendo? ¿Dónde estarán? ¡Bien, Pasarella! ¡Cómo se habrán puesto mis viejos! Y mi hermano! ¿Cómo andará la panza? ¿Será nena esta vez? Ay, carajo..! ¿Cómo estarán los chicos? ¿Qué les habrán dicho? Me preocupan sus preguntas … sus temores, quizás terrores… Van a quedar marcados por las huellas de esta angustia, capaz que para toda la vi… ¡Gooooooool..! Gooooool de Argentinaaa..! Gooooool..! Argentinaaa, cincoooo..! Perú, cerooo..! ¡Ya estamos pisando el camino hacia la finaaaaal..! ¡Ya es un sueño cada vez más cercanooo..! Sueño con poder volver a casa… con abrazar a los chicos… los llantos compartidos… el abrazo interminable con la flaca… las caricias a la panza terceriza… Sueño con ser mejor padre y un esposo más compañero, con comer chocolates los tres juntos… Pienso en todo lo que voy a hacer si llego a zafar de ésta… Tengo la sensación de haber estado perdiendo el tiempo; como si no me hubiera dedicado con todas mis fuerzas, o todo mi amor, a la flaca y los chicos… ¿Por qué carajo seguí metido si sabía que la cosa, ahora, no tenía sentido ni salida? ¿Por qué no le di pelota a la flaca cuando jodía con que había que desensillar hasta que aclarara… ¡Mierda! ¡No puedo seguir pensando!!! Se me caen las lágrimas y los mocos y… ¡Gooooooool..! Gooooool..! Goool de Argentinaaa..! Gooooool..! Argentinaaa, seeeeis..! Perú, ceroooo..! Graaandeee Argentinaaa clasificando para la final de este Mundial setentaiooochooo..! Gooooool..! ¡¡Los argentinos nos merecemos esta felicidaaaad!! ¡¡¡Porque los argentinos somos dereeechos y…

Cada Mundial, lo mismo. Recién vi la ceremonia inaugural de éste. En poco rato empezará el partido entre Brasil y Croacia. Estoy triste. Y mis ojos no lloran, por ahora.



miércoles, 11 de junio de 2014

Estoy triste y mis ojos no lloran

De Sheila Acosta Anzalone




Ya lo sabes. Estoy triste y mis ojos no lloran, aunque antes hayan derramado océanos de lágrimas. Mares de llantos compungidos, en tanto pronunciaba mis palabras inútiles. Frases al viento. Sueños hilvanados acerca de lo que no pudo ser, o fue un soplo de segundos. Unos panaderos volando en la tarde ventosa mientras decidía los íntimos deseos. Todos asociados a ti. Esperanzas augurando unas acciones que no llegarían, en tanto te ansiaba arrebujada en el umbral de mi alma.

No, ya no lloro. ¿Para qué continuar haciéndolo? ¿Qué sentido tendría? Los telones ya han caído y las fronteras eran más restrictivas de lo que imaginaba. Nadie pasa por mi corazón, me dijiste, o eso creí escuchar cuando logré descubrir que tenías el peor y más irreductible de los defectos: no te dejabas querer.

Es así de cruda la verdad cuando un conflicto no tiene solución o, a simple vista, parece no tenerla. Y es de una tristeza insondable porque los abismos que nos distancian no saben del amor, o lo saben, pero su pertinaz costumbre a vivir en sombras impiden que mis sentimientos los iluminen. Que les regalen calor en tus noches solitarias, o las mías cuando ya no lloro, o finjo no hacerlo. Sí, claro que sí, emprendo esa ficción para demostrarme, en medio de las lágrimas reprimidas, cuán fuerte soy.

domingo, 8 de junio de 2014

Yeguas, si las hay



Sheila Acosta Anzalone




A ver, pensá: si no te lo digo yo, que soy tu madre, ¿quién te lo va a decir? Ah, claro, claro, me olvidaba que ya eras una mujer.¡Perdón! No tenía en cuenta que la señorita ya estaba tan grande que no necesitaba ningún consejo, ni contar nada, claro. Menos contar con la madre, tanto para ser su confidente como para tenerla informada. Creés que saliste de un repollo, que no hice miles de sacrificios, que no di la vida por vos. Que no tuve jamás, nunca en los veintitrés años que me llevó criarte, más de dos bombachas por vez, y siempre alguna con los elásticos estirados. ¿Corpiños? Al que no se le salía el aro, había que acomodarlo para no andar con una teta al aire. ¡Pero claro! Qué le puede importar a una ingrata como vos, a una caprichosa mal aprendida; porque, enseñada, estás bien enseñada. Al mejor colegio te mandé mientras vivía miles de privaciones, y usaba pincitas vulgares que no me arrancaban ni un pelo. Dale, dale, hacé lo que quieras, no me cuentes nada, así no te tengo que rezongar, que me sube la presión a las nubes, con lo que reventaría en cualquier momento. Ah, ¿que me estabas preparando una fiesta sorpresa para mi cumple de cincuenta? No te digo: cuando hablo con mis amigas les aseguro que sos la hija perfecta, y que saliste igualita a mí. O sea: a mamá, que si no te lo digo yo, que soy tu madre, ¿quién te lo va a decir?