De Ebe Baima Cerri
desdibujando sombras
que alimentan la tarde
consumida en la niebla,
soy ardua caminante con pies de horas muertas…
La lluvia que me atrapa
lame las cicatrices en rastros sin esperas
y rueda la tristeza desde los mismos cielos
desovando quimeras…
El agua fatigada
se escurre entre mis dedos
y el pasado agoniza invisibles destellos…
Mi cuerpo es un absurdo
de fríos y cansancios…
deambulando un poema.
deambulando un poema.
Es sólo una colilla que bosteza desierta
en el vacío agreste
que habita la tristeza…
Llueve…
Sobre todas las grietas…
Y con el agua mansa se amordazan los sueños…
Se acalla la conciencia…
Y mientras deletreo tu nombre en la memoria
se alimenta el silencio…
La lluvia es mi destierro…