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sábado, 28 de abril de 2012

Aity Watuy

De Atiy Watuy





Rápidamente la hechicera de la tribu, juntó sus cosas y subió a la montaña, por fin las nubes habían dejado a la vista una hermosa luna llena, era tiempo de rezos, de ofrecer...

Caminó horas por la montaña, como siempre hacia, mientras se iba haciendo de noche juntando a la luz de la hermosa luna, las hierbas que encontraba y servían para sanar.

Venia de un linaje de hechiceras, su madre, su abuela, le habían pasado el conocimiento de las hierbas, la nombraron hechicera a los 17 años, cuando sin quererlo tuvo la valentía de acompañar un parto, acompañar la llegada de una nueva vida era por excelencia tarea de las hechiceras.

Atiy no pensó que tan rápido su madre la convertiría en Hechicera; su nombre (Poder del Alma) le había sido dado a los dos años de nacer, cuando ella, mas rápido que ningún otro niño de la tribu comenzó a hablar; pero jamás se sintió con poderes extraordinarios.

En el parto de su amiga, ella sintió que sabía exactamente lo que tenia que hacer, y decir, una voz interior le hablaba todo el tiempo, jamás tuvo miedo en las casi 20 horas que duró el trabajo de parto y nacimiento. Atiy podía hablar con el bebé por nacer y saber que estaba bien.

Cuando su madre murió se convirtió oficialmente en la hechicera de la tribu, y si bien su madre no había terminado de darle toda su formación del conocimiento de las plantas y los rituales, Atiy sabía mas por intuición, por lo que se acordaba de su niñez que por lo que necesitó que su madre le transmitiera, como si el conocimiento ancestral estuviera ahí esperando por ella.

Por ejemplo subir a la montaña para los rezos de luna llena eran funciones exclusivas de su madre, Atiy podría haberla acompañado pero su madre enfermó de pronto y no tuvieron oportunidad, no hubo hierba que pudiera detenerla en la tierra.

Así que Atiy subía esta primera vez a la montaña sin saber muy bien que es lo que tenia que hacer, una vez más confiando en su intuición, en su voz interior, en el Gran Espíritu, los cuatro vientos, la abuela luna y la tierra misma; porque todas estas presencias sentía Atiy.

La Luna por fin se elevó en el cielo, Atiy ya permanecía sentada al lado del sabio fuego, esperando la señal de los pájaros de la noche para comenzar su ceremonia; y cuando estos por fin se hicieron presentes, empezó a cantar, primero con una voz suave y fue repitiendo su rezo cada vez mas fuerte y mas fuerte...ella tenia recuerdos de haber escuchado este canto las noches de luna llena cuando su madre subía a la montaña, reconocía la voz de su madre, reconocía el rezo aún cuando los de la tribu le aseguraban que nada podía escucharse.

Desenredó la bolsa donde guardaba el tabaco, lo ofreció a los cuatro vientos, a la tierra y al cielo...y casi como en trance de pronto sintió que ella misma se convertía en la tierra, se fundía en la montaña, y al mismo tiempo se iluminaba con la luz de la luna; miró la luna y no pudo distinguirla porque ELLA era la luna, miró el fuego en medio de algo que logró reconocer como miedo y en ese momento se dio cuenta que ELLA era el fuego, que ardía como fuego, y que como nunca antes entendía...entendía el sentido de la vida, entendía cuando su madre le decía que ELLA al igual que todos los seres eran también GRAN ESPÍRITU.

Este nuevo entendimiento rápidamente la sacó de su trance, y de su rezo, y de la noche; porque de repente la luna se había ido y comenzaba a amanecer...

Juntó sus cosas, apagó el fuego, cerró el circulo de poder con tabaco, agradeció a los cuatro vientos, a la abuela luna, y al abuelo sol ahora saliendo, saludó a la tierra, a las piedras, y a todos los seres del universo, se sintió GRAN ESPÍRITU y bajó muy despacio por la montaña... masticando coca para pensar su nuevo entender...


Al llegar con los demás, ordenó que por hoy no la molesten, necesitaba descansar.

5 comentarios:

  1. Para bien, la variedad de color que tenemos las mujeres, se manifiesta en este blog nuevamente. Aity, te agradezco mucho tu participación y por favor, seguí escribiendo!! El relato es muy dulce y huele a plenitud y libertad. Lindísimo!

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  2. Hola Atiy!!! que hermoso tu relato, como hechicera que me siento, fue como estar ahi con vos...seguí escribiendo!!!!! me permitís postear tu cuento en el circulo de mujeres en el que estoy? este cuento tiene esto de re encontrarse con el poder ancestral que tanto hablamos en los grupos!!!!

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  3. miró la luna y no pudo distinguirla porque ELLA era la luna, miró el fuego en medio de algo que logró reconocer como miedo y en ese momento se dio cuenta que ELLA era el fuego, que ardía como fuego, y que como nunca antes entendía...

    Tiene un significado inmenso, me ha encantado.
    No somos verdaderamente hasta que nos damos cuenta de nuestra esencia.

    El cuento tiene un doble mensaje , un ¨entrelíneas¨filosófico de mucho voltaje.

    Un beso.


    SIL

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  4. saben que se signiica watuy

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  5. hola! watuy es hechicera, y Atiy es el poder del alma,

    Gracias por todos los comentarios...

    Atiy

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