De Indira López Castagna
La han llenado de sombras, la han ahogado de
brumas, la han desenfocado. Le pusieron de fondo una música de pánico, la
vistieron de luto, de fatalidad, la perfumaron con aroma a flores y pino y así
la mandaron.
Pobrecita, inocente, ella que solo nos viene a
invitar a otro estado, no a dejar de ser, sino a transformarnos, a
reformularnos.
El agua que pasa de ser vapor a ser líquido y luego
hielo, pero nunca deja de ser esencialmente agua.
INMENSO.
ResponderEliminarBellísimo, el texto, el título, el fondo, la forma.
INDIRA las últimas dos líneas cifran nuestra existencia, o al menos la gran esperanza de nuestra existencia.
Abrazo, un placer la lectura.
SIL
Me gustó muchísimo!! Agustín
ResponderEliminarQueridísima y dulce niña de mis amores: al elegir la consigna "muerte" te imaginé escribiendo acideces como habitualmente acostumbras, y de repente: zaz!!!!! indira con un mensaje esperanzador. No se si alegrarme o alarmarme!
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