De María Livia Aghemo
Queridísimo amor:
Te escribo desde un banco de esta gris y transitada terminal; sabiendo que hoy, en este preciso instante, debo tomar una decisión sobre nuestra relación.
El verano pasó, y con él, las promesas vanas que recibí de ti. Las hojas de los árboles, ya marrones y secas, comenzaron a caer. La vida entera se transformó en una intensa melancolía. Los niños de mi barrio salen gritando y cantando luego de su jornada escolar. Cada una de sus agudas vocecillas es un puñal oxidado que se clava en mi corazón.
Incluso en esta terminal, en la que me encuentro, la tristeza ha coloreado todo de ocre. Ese perro con sarna durmiendo bajo el banco plácidamente, como si no pudiera recibir de la vida nada mejor que esto. Los vidrios sucios de los negocios, los carteles descoloridos, y esa pizarra al final del pasillo que siempre ofrece el mismo menú: un tostado con una gaseosa.
Siento que mi corazón se ha llenado de humedad desde que estoy contigo y, poco a poco, el moho lo ha comenzado a cubrir. Estoy segura de que si abrieran mi pecho por algún motivo, Dios no lo permita, mi corazón ya no sería rojo. Latería lentamente, enverdecido, como queriendo renunciar.
El bolso que me preparé es pequeño, no puedo cargar von tantas cosas puesto que aún no he decidido adónde ir.
Seguramente, en el momento que recibas esta carta, ya no estaré aquí. Viviré lejos, en un lugar lleno de colores, sonidos, calor. Me encontraré bailando, riendo y haciendo el amor, salvajemente, con otros hombres.
Siempre me recordarás como a esa niña desesperada, perdida en un laberinto, del que sólo tú conocías la salida y nunca, pero nunca, te dignaste a decírmela.
Tuya siempre.
XX Estrella XX
Espacio literario abierto para mujeres que disfrutan escribir. Entre ellas raramente se conocen. Provienen de muchos lugares y tienen realidades absolutamente diferentes. Se fueron sumando y formaron esta ronda.Une palabras, Natalia Spina.

Para participar enviá un mail a palabrasenronda@gmail.com Todas las imágenes están extraídas de la red INTERNET
la imagen del corazón... me mató.
ResponderEliminarme encanta leerte...
no saques el cuadernillo de la cartera
beso
"Siento que mi corazón se ha llenado de humedad desde que estoy contigo y, poco a poco, el moho lo ha comenzado a cubrir. Estoy segura de que si abrieran mi pecho por algún motivo, Dios no lo permita, mi corazón ya no sería rojo. Latería lentamente, enverdecido, como queriendo renunciar".
ResponderEliminarDELICIOSA. Es tu mejor metáfora, estás avanzando muchísimooo !!!!! me ENCANTA leerte.
Este texto nos muestra el camino, es el hilo de oro de Ariadna para Teseo.
ResponderEliminarUna fórmula para escapar.
Un beso
SIL