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martes, 30 de agosto de 2011

"El corazón en el colgante"

De Guadalupe Carsetti Ferreyra

Como siempre, estaba sola en casa, ya había terminado con los quehaceres diarios y me había sentado a descansar tras la limpieza que hacía rato había prometido realizar y nunca encontraba tiempo.
Frente a mí,  se hallaba la caja de zapatos que guardaba esos recuerdos que me traían sentimientos encontrados desde hacía años. Era el momento de enfrentarme a ellos y proseguir o definir el futuro.
Levanté la tapa con aprehensión, como si me fuera a saltar algo desde adentro… Lo que en realidad no estaba tan lejos de la realidad.
Lo primero que vi fue una rosa seca, que no había perdido ni un pétalo, ni siquiera cuando la levanté, cosa rara che, pero nada del otro mundo.
Comencé a revolver el contenido y pasé por cartas, postales, el primer regalo, tarjetas varias, fotos, paquetitos de azúcar, y seguí así hasta que encontré lo que buscaba.
La cadenita seguía brillante, como recién pulida. La tomé con manos temblorosas mientras acudían a  mi mente todos los recuerdos juntos.  No pude evitar que una lágrima surcara mi mejilla, la primera de varias que le siguieron.
Tanto tiempo ha pasado y sigo sin poder olvidarme de todo lo vivido con la persona que me entregó su corazón en forma de colgante.
Lo que más me asombra y genera dudas en mi interior, es que no logro recordar malos momentos, mis amigas dirían que estoy idealizando, pero realmente salvo episodios sin importancia, no hubo malos momentos.
No leo las cartas porque fueron escritas en otro momento, cuando nos embargaban diferentes sentimientos y realidades… Pero las acaricio con nostalgia.
No sé cuánto tiempo permanecí sentada frente a la caja, pero me dolían los músculos de la espalda al estirarme, y los últimos rayos del sol ya hacía rato habían desaparecido.
Volví a tomar la cadenita y me la puse. En este momento la tengo puesta.
No sé si me la quitaré ahora, o nunca, ni sé si cambiará su simbolismo, pero cada vez que me llevo la mano al cuello, siento paz y tranquilidad.
Tal vez algún día tengamos la charla que nos merecemos, tal vez esa necesidad de aclarar las cosas esté sólo en mi mente, tal vez hablemos muchas veces de lo que fue y nunca de lo que podría haber sido.
Pero sea como sea, sigo teniendo su corazón colgado en el cuello, y no sé porqué pero muy adentro siento que él alguna vez va a venir a reclamarlo….


2 comentarios:

  1. esto no habla de la autora.. habla de otro, un otro x, un otro que tapa la luz propia de esta mujer! es una arqueología de un desamor! vamos autora! que salga lo tuyo más tuyo!

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