de Silvina Grimaldi Bonin
No te fíes de las hembras
con sonrisas carmesíes,
y sumisas… ¡No te fíes!
Mientras cizañas te siembran,
sus arañas de rubíes
con desdén y sin recato
tejerán hasta que líes
en un vaivén de arrebatos.
Te inventarán soles gratos
con dos faros de neón;
acallarán su león,
ronronearán como gatos,
y en tal derroche de piel
cegado por la pasión,
aún de noche, verás sol
bajo el broche de Luzbel.
Untarán tu pan con hiel
de su lengua almibarada,
pero en tu boca engañada
sabrá a mantequilla y miel;
y en copas de agua pasada
mezclada con tus desechos,
te harán beber de la nada
en tu reinado maltrecho.
Complacido y satisfecho,
te sentirás propietario
de tu propio carcelario,
sin voz, y el mismo derecho
que le asiste a un presidiario
antes de ser condenado
(frente al último misario)
a morir acribillado.
Nadie vede lo gozado
al tocar la faz del cielo...
aún si te queme en su fuego
un satanás disfrazado
de querube blanco y bueno,
bajo su manto munido
con embrujados anzuelos
y de una nube caído.
Pero al menos he cumplido
con la preclara misión
de advertirle a tu razón
mi tan noble cometido;
sabiendo, querido amigo,
que no oirá tu corazón
una sola alocución
de todas las que te digo…
porque por ley y castigo
no habrá una celda mejor
ni preso más encantado,
que el que de exceso ha pecado
por confiar en un amor.
Y si has pecado de exceso
tendrás más perdón por éso,
que por pecar de omisión.
Y aunque en las hembras creyeres
a pesar de sus engaños,
serán más bienes que daños
los que en tu barca te lleves;
pues si un día aciago y breve
con un malvado desliz,
la Fría Dama en un tris
trama en tu cuerpo su nido,
dirás que en paz has vivido,
y muerto …¡más que feliz!

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es muy importante para nosotras saber què pensás acerca de lo que escribimos, estamos en permanente crecimiento y no hay escritor sin lector...